LA VERDAD SOBRE LA IGLESIA CATOLICA

ESTA ES LA SEGUNDA PARTE DE LA IGLESIA CATOLICA.

AQUI SEGUIREMOS INFORMANDO DE COMO ESTA SECTA MUNDIAL, SIGUE ENGAÑANDO A SUS FELIGRESES Y A TODO EL QUE PUEDEN.


AQUI EN EL INICIO DE LA PAGINA, EXPONGO ALGO QUE LOS CATOLICOS ALEGAN, PERO QUE JAMAS PUEDEN DAR BASES BIBLICAS DE ELLO.


¿EN APOSTOL PEDRO FUE A ROMA?

 CLARO QUE NO. PEDRO JAMAS FUE A ROMA, NO SE DEDICO A SER PONTIFICE EN ROMA. NI JESUS LE DIO ESE MINISTERIO A PEDRO.

EL UNICO QUE FUE A ROMA Y PREDICO EL EVANGELIO, FUE EL APOSTOL PABLO, APOSTOL PARA LOS GENTILES. PARA ESO JESUS NOMBRO A PABLO COMO APOSTOL DE LOS GENTILES.

CON ESTE COMENTARIO ABAJO, SE REFUTA TOTALMENTE EL MINISTERIO DEL PAPADO.

PODEMOS BUSCAR LO QUE QUERRAMOS, PERO NO EXISTE UN SOLO VERSO QUE, PEDRO SE DEDICASE A SER LIDER Y PAPA EN ROMA.

El apóstol Pedro no ejerció el pontificado de Roma por 25 años

No existe prueba alguna histórica de que Pedro ejerciera el cargo de obispo de la Iglesia de Roma por 25 años, como pretenden los católicos, ni mucho menos. Todo lo que dice la Iglesia Católica acerca del pontificado de Pedro en Roma, se basa en una tradición posterior en 120 años a la muerte del gran apóstol, en la cual se afirma solamente que murió juntamente con san Pablo en aquella ciudad.

Según los Hechos de los Apóstoles, Pedro se quedó en Jerusalén después de la muerte de Esteban. Pablo, diecisiete años después de su conversión (que no ocurriría sino algunos años después de la muerte de Cristo), encontró al apóstol Pedro ejerciendo todavía su ministerio en aquella ciudad (Gálatas 1:18 y 2:1). Entonces convinieron los dos grandes apóstoles, juntamente con Jacobo y Juan, que Pedro dirigiría la obra entre los judíos, y Pablo la de los gentiles (Gálatas 2:7 al 10). Esta división de territorio excluye toda posibilidad de que Pedro llegase a ser el obispo de una iglesia gentil, establecida en la capital del Imperio Romano. Y mucho menos que lo fuese durante 25 años, ya que para ello no solamente habría tenido que faltar a lo pactado con Pablo, Santiago y Juan, sino que su muerte debería haber ocurrido por lo menos 20 años más tarde de la fecha en que la tradición dice que murió.
Cerca del año 58 (o sea después de dieciséis años de pontificado de Pedro en Roma, según la tradición católica), Pablo escribe su carta a los Romanos, y en ella no hace mención alguna a su obispo: aquel gran apóstol tan bien conocido por Pablo, como vemos en otras epístolas suyas. Al final de esta carta hay una lista de 27 cristianos de Roma, a los cuales el apóstol envía saludos, poniendo alguna frase de elogio para cada uno de ellos; pero no envía ningún saludo para Pedro, el pastor de la Iglesia. ¿Es ello concebible, de ser cierto el pontificado de Pedro en aquella ciudad?
Como tres años después, Pablo mismo llegó a Roma, y muchos cristianos salieron a recibirle a una distancia de 25 kilómetros. Si Pedro hubiese estado en Roma, ¿no tendríamos alguna noticia del encuentro de estos dos grandes adalides de la misma causa cristiana, por el camino, o en la capital misma? Pero ni una palabra de ello nos dice el autor de los Hechos de los Apóstoles.
Pablo residió dos años en Roma, en calidad de preso custodiado, en la casa que tenía alquilada. Si Pedro se halló ausente al tiempo de su llegada, como dicen algunos apologistas católicos, debió haber vuelto en tan largo espacio de tiempo. Durante estos dos años Pablo escribió muchas epístolas, y en casi todas ellas envía salutaciones de la Iglesia y de varios cristianos prominentes de Roma; pero nunca menciona a Pedro. En la carta dirigida a los Colosenses da los nombres de sus colaboradores, y añade: "Estos solos me ayudan en el reino de Dios" (Colosenses 4:7, 11). Pero entre éstos no se halla Pedro, cuando de haber sido el obispo de Roma debía figurar como el primero de sus ayudadores.
En su 2ª carta a Timoteo, refiriéndose Pablo al final de estos dos años, cuando fue presentado a Nerón, dice: "En mi primera defensa nadie me asistió; todos me desampararon: ruego a Dios que no les sea imputado" ¿Podemos creer que Pedro era uno de los que desampararon al gran apóstol de los gentiles, si hubiese sido el obispo de Roma? ¿No debía haber aquí una honrosísima excepción a su favor? Los cristianos evangélicos tenemos demasiada buena opinión del gran apóstol Pedro, que tan fiel se mostró después de su confirmación al apostolado, para inferirle la injuria de suponer que se hallaba en Roma en semejante ocasión.
Poco antes de su muerte, como lo expresa al decir: "Yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano", el apóstol Pablo envía por última vez saludos de cuatro cristianos principales de Roma: "Eubulo, Pudente, Lino y Claudio" (2ª Timoteo 4:21). (Es este Lino a quien los católicos suponen sucesor de Pedro y segundo papa de Roma). Pero el nombre de Pedro no es mencionado, a pesar de que faltaban pocos días para que, según la tradición católica, Pedro y Pablo fuesen ejecutados juntos en el monte Tiber, cercano a Roma. De todos estos hechos se deducen, de un modo indubitable, las siguientes conclusiones:
Que Pedro nunca fue obispo de Roma; y que su pontificado de 25 años es una mera leyenda, ya que no existen pruebas históricas de que él estuviera, no 25 años, sino ni siquiera una semana, ejerciendo el pontificado en aquella ciudad; y, en cambio, nos vemos abrumados de hechos que lo contradicen.
Nuestros opositores se rasgan las vestiduras ante las palabras de este párrafo. Sin embargo, ¿dónde está la prueba concreta del pontificado de Pedro en Roma, ni por 25 años (lo que es totalmente imposible a la luz del Nuevo Testamento), ni por ningún período de tiempo? No existe un documento de la época que lo acredite, ni tampoco alguna declaración del propio apóstol Pedro en el sentido de nombrar un sucesor.
Es muy extraño que aquellos obispos antiguos que, acuciados por la conveniencia de formar un bloque en medio de las controversias dogmáticas de la época, tratan de establecer la supremacía del obispo de Roma como sucesor de Pedro, no traigan a luz, en sus tiempos, tan cercanos al gran apóstol, ningún documento de su pluma, ni de la de los primeros obispos de Roma, que demuestre que el apóstol les confirió de un modo concreto tal sucesión y poder.
Si Pedro no ejerció el pontificado en Roma, mal podía nombrar como sucesor suyo a un obispo de aquella ciudad.
Lo más seguro es que no lo hizo en aquella ciudad ni en parte alguna; pues el título de Jefe Universal de la Iglesia el gran apóstol de los judíos (Gálatas 2:8) no lo pretendió jamás, ni ningún cristiano de su tiempo se lo atribuyó, de modo alguno.
Si ello era debido a la mucha humildad del fiel apóstol de Jesucristo, como alegan los católicos, esta virtud de su carácter (poco imitada, por cierto, por algunos que se han llamado sucesores suyos), no debía impedirle nombrar un sucesor. Era su deber hacerlo, para evitar disputas en la Iglesia, si el cargo existía. ¿Por qué no lo hizo? Por la sencilla razón de que él había oído decir a Cristo: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" Porque: "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos" Sabía que la Iglesia era una sociedad espiritual y no mundana, en la que cada fiel es responsable directamente a Cristo, y no intentó organizarla como sociedad humana. Recordaba, también, las palabras del Maestro: "El que quiera ser el primero, sea el postrero de todos"; y no trató de darle un jefe visible.
Los católicos podrán poner en duda estas razones del apóstol (a pesar de que el sacerdocio universal de los creyentes se halla enseñado bastante bien en su primera carta, cap. 2, vers. 9), pero lo que no pueden negar es que no existe documento, de parte del apóstol o de otros cristianos de su siglo, que demuestre lo contrario.
De esperar era que en su segunda epístola, cuando el apóstol Pedro declara la proximidad de su fallecimiento (cap. 2; vers. 14), dijese a quién tenían que obedecer una vez él hubiere dejado "su tabernáculo". Pues en lugar de dar el nombre de un sucesor, se limita a decir que: procurará dejarles memoria de las cosas de las cuales él había sido testigo, en cuanto a la vida gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo. Esta promesa quedó cumplida, según los santos padres, en la redacción del Evangelio de S. Marcos, el cual fue escrito, según Papías, bajo la inspiración de Pedro.
Los católicos tradicionalistas dicen que nombró a Lino; pero no aportan de ello ninguna prueba.
Pero, entonces, ¿con qué razón y bajo qué títulos puede llamarse el actual papa de Roma sucesor de Pedro? En virtud de una tradición que se ha prolongado por muchos siglos. Pero la cuestión no es desde cuántos siglos los obispos de Roma se consideran sucesores de Pedro y jefes de la Iglesia, sino si lo son en realidad. Si fueron nombrados como tales; si existen pruebas de tal sucesión, donde debieran ser halladas, en los primeros siglos. ¡Tan fácil como hubiera sido al apóstol Pedro resolver la debatida cuestión con dos líneas que hubiera escrito en las cartas, reconocidas universalmente como suyas por católicos y protestantes! ¡Una palabra solamente, un nombre: Lino, y la unidad de la Iglesia hubiera quedado para siempre establecida! Pero no lo hizo. ¿Por qué?
Primeramente, porque, como hemos podido ver, Pedro no tenía relación con estos buenos cristianos de Roma, entregado como se hallaba a su ministerio entre los judíos de Oriente. 


En segundo lugar, porque no era Pedro quien guiaba su propia pluma, sino que como él mismo declara: "Los santos hombres de Dios escribieron siendo inspirados por el Espíritu Santo> (2.1 Pedro 1:21). Esta gran realidad se cumplía en su propia persona. Y el Santo Espíritu de Dios, que conocía los destinos de la verdadera Iglesia de Cristo, no podía de ningún modo sancionar el sistema autoritario y abusivo que iba a formarse, en el curso de los siglos, sobre el nombre del gran apóstol.
Por último la prueba mas evidente. Lo que el mismo Cristo enseñó al respecto.
Poco después de que, segun la mala interpretación romanista, de Mat. 16:18 donde dicen que quedó establecido el Primedo de Pedro, los otros discípulos aun discuten quien sería el MAYOR EN EL REINO Mat.20:25 y 26, leemos: "Entonces Jesus, llamándoles, dijo: Sabeis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas y los potentados las oprimen con su autoridad. Mas entre vosotros no será así , sino que el que quiera hacerse grande entyre vosotros, sewrá vuestro servidor"
Si discutian quien estaria a su derecha e izquierda no había mejor ocasión para decirles que aquello ya estaba establecido que el Primado reposaba sobre Pedro. Pero no es eso lo que les dice. Lo que les dice es que no habrían jerarquías ni autoridad entre ellos. Señala claramente que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas y las oprimem y ahí tenemos a los papas que lo que pretenden no es oprimir a las naciones, sino al mundo entero. Un papa se atrevió a decir que solo él tenía el derecho de lucir las Insignias Imperiales. Pues baya forma de seguir a Jesucristo. 


EL APÓSTOL PEDRO NUNCA ESTUVO EN ROMA

Una leyenda blasfema.

Cuando Juan Pablo II fue "entronizado" el18 de octubre de 1978, en su discurso hizo referencia a una tradición romana (entiéndase UN MITO), en el cual, refiere que un día Pedro huía de Roma, cuando se encontró en las afueras con Jesucristo. Jesucristo iba cargando su cruz, y Pedro le preguntó: ¿A dónde vas Señor?, a lo que el Señor respondió: "A morir nuevamente en Roma, ya que tú te niegas a ser crucificado. Entonces, Pedro se arrepintió y regresó a Roma para ser crucificado, de manera que Jesucristo no fuera a ser crucificado nuevamente.Categórico. Dicho mito contradice frontal-mente la revelación bíblica. Ya que Hebreo 10.10 dice: "En esa voluntad, somos santificados mediante la ofrenda e Jesucristo, hecha una sola vez para siempre"La muerte de Jesucrito fue una sola vez para siempre. Jamás puede volver a ser crucificado. Por eso también el mito de la misa es una blasfemia contra la Sangre derramada del Señor Jesús. Pero volvamos a Pedro, quien jamás estuvo en Roma.INTRODUCCIÓNEl libro de los Hechos nos presenta claramente dos modelos de iglesia, la de Jerusalén que era presidida por Jacobo el hermano de Jesús y la de Antioquia, presidida primariamente por el Pastor titular Bernabé, luego cumpliendo un ministerio de Profeta, y más tarde de Apóstol.
En la primera, la de Jerusalén, los ministerios y los discípulos eran mayoritariamente judíos con apego al templo y por razones naturales observantes de las prácticas religiosas judías.
En el segundo caso; en Antioquia, donde la mayoría de los discípulos eran gentiles, y aún entre los ministerios había gentiles, con una visión más universal. La prueba de ello, es que los primeros misioneros de manera formal para llevar el Evangelio a todo el mundo, salieron e Antioquia y no de Jerusalén. Dice Hechos 13.2:
"Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo a la obra a que los he llamado."
Entonces ¿Qué afirma la Biblia respecto de Pedro?


I. Pedro era Apóstol para la Circuncisión
Dice Gálatas 2.7-10:
"Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión... solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo cual procuré con diligencia hacer"
La Escritura es categórica. Pedro era un apóstol para los judíos. Pablo era apóstol para los gentiles. Por esta razón, Pedro ministró mayormente en Jerusalén con escasos viajes cercanos.
II. La Base del Romanismo es Legendaria,No Histórica.
En oposición a tantos mitos y mentiras que el Catolicismo Romano ha entretejido en el devenir de los siglos, hay historiadores protestantes serios, que en tiempos recientes han tratado de descartar como legendaria la residencia y muerte de Pedro en Roma. Estos intentos han resultado ser, un estudio serio y responsable para dejar ver la verdad histórica. Se ha descubierto que la tradición respecto de la residencia de Pedro en Roma se inició primero en los círculos Ebionitas y formaba parte de la Leyenda de Simón el Mago, en la que Pablo es enfrentado por Pedro como un falso Apóstol debajo de Simón; al tiempo que esta pelea fuera trasplantada a Roma, también surgió en fecha temprana la leyenda de la actividad de Pedro en esa capital.4
Un más reciente intento de demostrar que Pedro fue martirizado en Jerusalén fue realizado por Erbes.5Él apela al apócrifo: Hechos de Pedro, en el que dos romanos, Albino y Agripa, son mencionados como perseguidores de los Apóstoles. A éstos identifica como Albino, Procurador de Judea y sucesor de Festus, y a Agripa II, Príncipe de Galilea, de donde llega a la conclusión que Pedro fue condenado a muerte y sacrificado por el Procurador de Jerusalén.
Eruditos católicos serios sustentan que la actividad y muerte de Pedro en Roma no es nada clara, puesto que no se tiene información precisa sobre los detalles de su estancia romana. Las narraciones contenidas en la literatura apócrifa del siglo segundo, sobre la supuesta contienda entre Pedro y Simón el Mago, pertenecen al dominio de la leyenda. No podemos, en apoyo de esta teoría, apelar a las notas cronológicas de Eusebio y Jerónimo, dado que, aún cuando estas notas se retrotraen a las crónicas del siglo tercero, no son tradiciones de antiguo sino el resultado de cálculos basados en las listas episcopales.
En la lista de obispos de Roma que data del siglo segundo, se introdujo en el siglo tercero (como sabemos por Eusebio y la "Cronografía de 354") la nota sobre veinticinco años de pontificado de Pedro, pero no podemos rastrear su origen. Este agregado, en consecuencia, no sustenta la hipótesis de una visita de Pedro a Roma luego de su liberación de la prisión (alrededor del año 42).La tarea de determinar el año de la muerte de Pedro está rodeada de dificultades similares.
En el siglo cuarto y aún en las crónicas del tercero, hallamos dos notas distintas. En las "Crónicas" de Eusebio se da la muerte de Pedro y Pablo como en los años decimotercero y decimocuarto de Nerón (67-68); esta fecha, aceptada por Jerónimo, es la sostenida generalmente. El año 67 también es avalado por la afirmación aceptada al igual por Eusebio y Jerónimo, sobre que Pedro fue a Roma en el reinado del Emperador Claudio (según Jerónimo, en el 42), así como por la tradición antedicha de los veinticinco años de episcopado de Pedro.6
Una versión distinta es provista por la "Cronografía de 354"7: Ésta refiere el arribo de Pedro a Roma en el año 30, y su muerte como la de Pablo al año 55. Duchesne ha mostrado que las fechas en la "Cronografía" fueron insertadas en una lista de los Papas que contiene solamente sus nombres y la duración de sus pontificados, de donde, bajo la suposición cronológica de ser el año de la muerte de Cristo el 29, se insertó el año 30 como el comienzo del pontificado de Pedro y su muerte referida al 55 sobre la base de los veinticinco años de pontificado.8Otros historiadores han aceptado el año 659 o el 6610 Harnack procuró establecer el año 6411 como el de la muerte de Pedro12 Esta fecha, que ya había sido sustentada por Cave, du Pin


Erbes refiere la muerte de Pedro el 22 febrero de 63 y la de Pablo en el año 6414. Por ende la fecha de la muerte de Pedro no ha sido decidida aún; el período entre julio de 64 (inicio de la persecución Neroniana) y comienzos de 68 (el 9 de julio Nerón huyó de Roma y se suicidó) debe dejarse abierto, dicen los historiadores católicos más serios, para la fecha de su muerte. El día de su martirio también se desconoce, la fecha del santoral es legendaria. El 29 de junio es el día aceptado de su fiesta a partir del siglo cuarto, no antes. Pero de ninguna forma se puede probar como el día de su muerte. Es una mentira, sostenida por una tradición, y la tradición como resultado de mucha imaginación. 


III. Pedro No Fundó las Iglesias en Roma
Apologistas católicos aseguran que "la voz unánime" de la tradición, asegura desde la segunda mitad del siglo segundo, que Pedro fue el fundador de la Iglesia Cristiana en Roma. Lo anterior no es sino un engaño ilusorio. Una falacia más del alto clero apóstata. Si Pedro hubiera fundado una congregación cristiana en Roma, desde siempre, esto es desde el año de la fundación, todos sabrían de ese hecho histórico. Pero el cuento surgió después del año 150. ¿Por qué no antes?¿Qué dice la Biblia?
A) Que los primeros romanos tanto judíos como gentiles prosélitos que recibieron el Mensaje del Evangelio, no lo recibieron en Roma, sino en Jerusalén, el mismo día de Pentecostés. Hechos 2.10 dice:
"En Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África, más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos"
Recordemos que el Pentecostés era la segunda fiesta judía más importante del año, en la cual los judíos de la Diáspora venían a celebrarla a Jerusalén. Y estando ellos en su celebración judía, se derramó el Espíritu Santo y así, allí en Jerusalén recibieron el plan de salvación.
B) Al final de su tercer viaje misionero, el Apóstol Pablo en su estadía por tres meses en la ciudad de Corinto, escribe su carta a los Romanos hacia el año 56 o 57. De esta verdad histórica, derivamos dos cosas: Primero, que la fe de los cristianos de Roma estaba siendo divulgada por todo el mundo. Segundo, que los cristianos de Roma tenían un Colegio Apostólico enlistado en Romanos capítulo 16, encabezados por los Apóstoles Andrónico y Junias, y en donde por supuesto, Pedro no está presente, porque nunca estuvo en Roma.
C) Lo más seguro es que en Roma no había una sola congregación cristiana en estos días, sino varias. Ya que al estar Pablo preso en Roma, escribe la carta a los Filipenses por el año 60 o 61, y allí hace mención del Pretorio (1.13) y de los santos en Casa del César ( 4.22). Lo anterior, aunado a lo que dice Hechos 28.30-31 de que por dos años, Pablo permaneció en Roma, viviendo en una casa alquilada y que predicó el Evangelio con toda libertad; nos demuestra que, el Evangelio estaba siendo predicado en pequeños núcleos familiares. Y que los cristianos de Roma en el primer siglo nunca soñaron ni necesitaron una jerarquía religiosa y edificios suntuosos para ceremonias con ritos elaborados y huecos.
IV. Falso que Pedro haya tenido un Pontificado en Roma durante 25 años.
Lo triste y reprobable de la mayoría de los historiadores católico-romanos es que intencionalmente confunden mitos y leyendas con la Historia. Suponiendo que el año 66 hubiera sido realmente el año del martirio de Pedro, eso implicaría que principió a ser Papa en Roma en el año 41. Sin embargo, la Biblia desmiente semejante aberración.
A) El Concilio de Jerusalén, presidido por el Apóstol Presidente, Jacobo el hermano del Señor, se celebró en el año 44. (Hechos 15) Y allí tanto Pedro como Pablo, tuvieron una participación importante. Entonces Pedro no estaba en Roma en el año 44.
B) Por el año 53, el Apóstol Pablo tuvo un importante encuentro con el Apóstol Pedro en Antioquia de Siria (Gálatas 2.11-12) Allí, Pablo reprendió a Pedro personalmente su inconsistencia, ya que antes de que vinieran ministerios de parte de Jacobo, Pedro trataba con familiaridad a los gentiles, pero al llegar la delegación de Jacobo, Pedro se apartaba de ellos. Entonces, encontramos que en el año 53 Pedro ni estaba en Roma, ni era Papa, ni actuaba de manera infalible, ni tenía jurisdicción sobre otros ministerios, por el contrario, tuvo que aceptar la reprensión que Pablo le hizo.
C) Hacia el año 57, Pablo escribe su célebre Epístola a los Romanos y saluda por nombre a 27 líderes de las iglesias en esa ciudad, pero no menciona a Pedro. De haber estado Pedro en Roma, y de haber sido el "Papa", con jurisdicción sobre toda la Cristiandad, ¿cómo pudo Pablo atreverse a excluirlo de los saludos a Pedro, y se atrevió saludar a los demás ministerios?
D) Entre el año 40 y el 64 d. C. gobernó el Imperio, Tiberio Claudio. De acuerdo al testimonio de Hechos 18.2, este emperador decretó la expulsión de los judíos de Roma. El texto dice:
"Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia, con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma."
Es categórico que durante el reinado de Tiberio Claudio ningún judío tenía permiso para habitar en Roma, y Pedro era judío. Suponiendo que Pedro hubiera llegado a Roma en el año 64 después de la muerte de Tiberio Claudio, y si fue martirizado en 67, hubiera tenido solamente 3 años de "papado", y entonces, ¿cómo dice el Romanismo que este primer Papa reinó 25 años?
Por lo que hasta aquí hemos visto, pretender que Pedro fundó la Iglesia Cristiana en Roma, que allí estableció su trono papal, que desde allí tuvo jurisdicción sobre toda la Cristiandad, y que allí fue Papa por veinticinco largos años, no es más que una madeja de burdas y vergonzantes mentiras de la alta jerarquía católico romana que se conduce en las tinieblas por conveniencia de seguir apuntalando un poder temporal del "Papa" en contra de la revelación bíblica.


LOS CATOLICOS TAMBIEN DICEN QUE:

MARIA ES MADRE DE DIOS, A LA VES QUE ES ESPOSA DE DIOS Y DEL ESPIRITU SANTO.

TAMBIEN DICEN QUE MARIA ES PERPETUO SOCORRO, ABOGADA Y AUXILIADORA.

PERO NO PUEDEN DAR BASES BIBLICAS DE LO QUE DICEN DE ELLA.

LA PALABRA DE DIOS, NO PONE A MARIA COMO MADRE DE DIOS Y MUCHO MENOS COMO ESPOSA DE DIOS Y DEL ESPIRITU SANTO.

HABLE CON ELLOS, Y UNO SALIO DICIENDOME. ES MADRE DE DIOS HIJO, NO DE DIOS EL PADRE. AQUI ESTE INDIVIDUO, AL DECIR DIOS HIJO Y DIOS PADRE, YA SEPARO LO QUE DICE JUAN 1:1 EL VERBO SE HIXO CARNE Y EL VERBO ESTABA CON DIOS Y EL VERBO ERA DIOS.

AL DECIR DIOS HIJO, YA NO ESTA DICIENDO QUE JESUS ES DIOS HECHO CARNE, SI NO QUE YA ESTA HABLANDO DE DOS dioses. UN dios hijo y un dios padre por separado. Y LA PALABRA DE DIOS NO DICE ASI. SI NO QUE DICE QUE EL PADRE EL HIJO Y EL ESPIRITU SANTO SON EL MISMO DIOS. 

PERO CLARO, AL PREGUNTARLE YO DE COMO PUEDE SER QUE MARIA SEA MADRE DE DIOS Y ESPOSA DE DIOS A LA VEZ, PUES ME SALIO CON EL TEMA DE DIOS HIJO ES MADRE MARIA NO DEL DIOS PADRE.

UNA FORMA DE JUSTIFICARSE ANTE LA METIRA DEL FAMOSO LUIS TORO.

Y LO DE QUE MARIA ES AUXILIADORA, PERPETUO SOCORRO Y ABOGADA, NO PUEDEN MOSTRAR NADA. PORQUE LOS TITULOS DE PERPETUO SOCORRO Y AUXILIO SON DADO A DIOS Y HAY BASES BIBLICAS ( PORQUE EL SOCORRO Y EL AUXILIO VIENE DE NUESTRO DIOS,  Y JESUS ES QUIEN ES NUESTRO ABOGADO, PORQUE JESUS ES QUIEN PIDE A DIOS POR NOSOTROS Y ABOGA DELANTE DEL PADRE POR NOSOTROS).

PERO COMO YO LES DIGO:

HAY QUE NACER DE NUEVO Y SER SELLADOS POR EL ESPIRITU SANTO.

PERO PRIMERO DEBEMOS SER CONVENCIDOS DE JUICIO Y PECADO POR EL ESPIRITU SANTO.

Salmos 46 : 1

Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones 

SALMO 121:2

Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.

1ª juan 2:1

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 




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